Érase una vez, en un reino muy pero muy cercano, la existencia de un caballero amable, de corazón sencillo, dueño de una suave voz y de unos ojos con súper láser, tenía una cabellera rubia y por capa, usaba unas cuantas pancas, “Súper Choclo” era su nombre, anda siempre montado sobre un bello y fuerte unicornio.
Cierto día, un pequeño monstruo, en forma de gato, decidió atacar el reino; el valiente caballero entonces, al enterarse de semejante atrevimiento, se montó a su unicornio y empezó a sobrevolar por todo el reino, hasta encontrarse cara a cara con tan mentado monstruo, a quien estaba decidido enfrentar.
Tras horas y horas de una intensa batalla, el caballero notó que aquel temible monstruo, era en realidad, el famoso Gato con Botas, un peculiar felino que venía huyendo de las garras de la Bruja del 71. Súper Choclo, al darse cuenta de ello, decidió poner en alto la batalla y pedir disculpas al gatito, por haberlo atacado tan bruscamente.
Ya más tranquilos, el Gato con Botas decidió contar a Súper Choclo, la razón por la cual había invadido su reino; resulta que él, era un gato muy pero muy tranquilo, que vivía en el tejado de una de las casas de la Vecindad del Chavo; cierto día, abrumado por el hambre, decidió entrar a la cocina de la Bruja del 71 para robarse unas cuantas presas de pollo que ella tenía sobre una de las mesas; estaba con concentrado en saciar su hambre, que no se dió cuenta cuando la bruja entró.
Súper Choclo, se entristeció mucho con aquella historia, que decidió dar abrigo y comida a aquel gatito, pero además, le prometió serían inseparables amigos; quien sabe y a lo mejor, un día formen una banda con mucha más gente curiosa.
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