sábado, 30 de mayo de 2015

Una Triste Historia

-¿Luz, eres tú?-
-Claro pues tontín, quien más sino- respondió ella.
-¿cuánto tiempo? no lo puedo creer- replicó Leonardo
-si pues, a veces las cosas pasan sólo porque sí y bueno a seguir no más- contestó Luz

El bus reinició su recorrido, y ellos no dejaban de hablar, hablaron de todo; del pasado, del presente y de los planes que cada uno tenía...

-dime, ¿dónde estuviste todo este tiempo?- preguntó Leonardo
-Bueno, creo que es una larga historia, y la verdad es que ¿no sé si querrás escucharla?- respondió Luz
-vamos, cuéntame, que tenemos toda la noche- replicó Leonardo

Entonces Luz, inició contándole todo lo que le había pasado, desde que salió del colegio;

-bueno, luego del cole me quedé unos días más en Moyobamba y después viaje a Lima, tenía todas las intenciones de estudiar arquitectura, pero lamentablemente no se pudo, pasa que la carrera era muy complicada, muchos dibujos y tú sabes que no soy buena en eso; mi segunda opción era Medicina, postulé a la San Marcos e ingresé en el primer intento, eso me alegro mucho, bueno luego a media carrera, postulé a una beca en Estados Unidos, éramos como 200 postulantes para una sola plaza, la gané, no sé cómo pero la gané; entonces hice mis últimos ciclos en New York, allí conocí a un gringo, muy lindo, buena gente, simpático resultó ser; nos enamoramos, luego nos hicimos novios, después justo meses antes de graduarme me propuso matrimonio, no te imaginas era la mujer más feliz del mundo, pensé que había encontrado al amor de mi vida, pensé que era mi complemento, de hecho lo era, pero (con lágrimas en los ojos) lamentablemente faltando dos días para casarnos, salió con sus amigos a pasear y de regreso a casa, su auto chocó con otro, y lamentablemente murió-

Un silencio prolongado los interrumpió; Luz lloraba desconsoladamente mientras miraba la última foto que se tomó con su novio, -era tan lindo, realmente en él encontré el amor ¿por qué Dios me lo tuvo que quitar?- decía una y otra vez... Leonardo por su parte se quedó atónito, sorprendido con esa historia, no sabía que decirle, ni sabía que hacer... el silencio se prolongó por unos minutos más y luego Luz, volvió a hablar;

-fue muy duro ¿sabes?, yo estaba sola en mi apartamento, era una noche fría, las ventanas abiertas, yo me sentía desganada, no quería nada ese día, estaba bastante inquieta, no podía dormir bien, pensé que era por los nervios de la boda... de pronto, sentí como que una pena enorme invade mi ser, sentí como si alguien estaba parado justo en la puerta de mi cuarto, al frente mío, y que se estaba despidiendo, me asusté; de pronto el teléfono sonó, ese sentimiento de pena se profundizó, cuando contesté me respondía uno de sus amigos que estaba con él, todo fue tan rápido; empezó a hablar, a gritar, a llorar, yo no entendía nada: "¡se murió!, ¡se murió!, se nos ha ido, ¡cuanto lo siento! era lo único que me decía", yo seguía sin entenderle; por un momento me quedé fría, pensaba que era una broma que sólo me querían asustar... pero, ese sentimiento de pena seguía más y más fuerte... y sentía que esa sombre se alejaba más y más de mí... ya no sabía qué hacer, entonces para estar más tranquila prendí la tele... estaba en el canal de noticias, quería cambiarlo pero algo en mí, me decía que no; de pronto un "informe de último minuto", era sobre un accidente automovilístico, lo empecé a ver y no lo podía creer, era el carro de su amigo, la parte delantera estaba destrozada, habían dos muertos, mucha gente al rededor... todo era horrible; y en eso dan los nombre de los muertos, y uno de ellos era mi novio...-

Leonardo seguía igual de frio, no sabía que decir... Luz lloraba desconsoladamente, al punto tal, que la terramoza tuvo que darle un vaso con agua para que se tranquilizara un poco...

- esa noche lloré desconsoladamente - dijo Luz 

- lloré como nunca antes lo había hecho, lloré y llore hasta más no poder, ¿por qué? ¿Por qué Dios mío me lo tuviste que quitar? ¿por qué tienes que ser duro conmigo? (se repetía una y otra vez); entonces tomé mis cosas, y salí rápidamente al lugar del accidente, al llegar los bomberos ya estaban sacando su cuerpo del auto, corrí hacia él, lo abracé fuertemente, "¡no te vayas!, ¡no te vayas mi amor!, ¡no!... ¡llévame contigo!... sus padres vinieron, ellos también estaban llorando sin control... luego los agentes nos separaron de él, lo llevaron a la morgue y....-

- Lo siento mucho - interrumpió Leonardo, mientras secaba las lágrimas de Luz - realmente nunca pasé por esto, no sé qué más decirte; es curioso pensar que hasta hace algunas horas pensaba que mi historia era la más trágica, pero definitivamente la tuya sí que duele más- dijo.

- ¿sabes? - le dijo Luz...

- esos fue la etapa más negra de mi vida, nosotros ya lo teníamos todo para la boda, sólo faltaba que llegara el día... todo cambio de un momento a otro; de pronto tuvimos que llamar a los invitados para contarles, nadie nos creía, pensaban que era una pesadilla; fue doloroso para mí, el día en que me iba a casar con Alejandro, de pronto se convirtió en el día de su entierro...pero, al final si "me case con él" -

- ¿cómo? - preguntó Leonardo

- te va a parecer ridículo - respondió Luz, - pero, sí al final si me case... cuando estábamos en la morgue esperando su cuerpo, le dije a sus padres que ya aún quería casarme con su hijo, les pedí que me concedieran ese deseo; al principio ellos lo tomaron como una burla, pero como vieron que hablaba en serio.. accedieron... les pedí que al momento de vestir a Alejandro, le colocasen el traje que había elegido para la boda, y que el entierro sería a la hora que habíamos programado casarnos; y que para ese día yo iría vestida de novia, que al momento en que el féretro ingresaría al cementerio yo iría al costado de él; y que antes de enterrarlo le haría mis votos matrimoniales... y así fue; la gente que nos acompañaba ese día, al principio se quedaron medio sopencos (risas), algunos se fueron, porque lo consideraron una broma de mal gusto, otros no sabían que hacer y otros, al verme entrar, se pusieron de pie y empezaron a aplaudir... la ceremonia fúnebre empezó y luego, como lo acordamos, antes de que lo bajen a fondo de su tumba, me paré delante de su ataúd, y le hice mis votos -

- fue un lingo gesto de tu parte - replicó Leonardo... - veo que lo amabas mucho como y para atreverte a hacer lo que hiciste -

- Sí, realmente lo amaba - respondió Luz - luego del entierro, estuve dos meses más en New York, me gradué y después viaje a Argentina, donde viví estos os últimos años; estuve trabajado para un hospital público allí; a Alejandro le gustaban los niños, de modo que me especialicé en Pediatría; la comunicación con mis "suegros" se mantiene, y aunque todos somos conscientes de que ese matrimonio "fue simbólico", aún nos tratamos como si realmente hubiese pasado y como si realmente seríamos familia...-

Cuando se dieron cuenta de la hora, vieron que ya era cerca la una de la madrugada, ambos estaban cansados, Leonardo le ofreció un abrazo fuerte a Luz, ella accedió, se abrazaron fuertemente, tanto así que ninguno de los dos se quería soltar, entonces; decidieron inclinar sus asientos lo más que podían, acomodarse un poco y dormir así, abrazaditos los dos...