-¿Luz, eres tú?-
-Claro pues tontín, quien más sino- respondió
ella.
-¿cuánto tiempo? no lo puedo creer- replicó
Leonardo
-si pues, a veces las cosas pasan sólo porque sí
y bueno a seguir no más- contestó Luz
El bus reinició su recorrido, y ellos no dejaban
de hablar, hablaron de todo; del pasado, del presente y de los planes que cada
uno tenía...
-dime, ¿dónde estuviste todo este tiempo?-
preguntó Leonardo
-Bueno, creo que es una larga historia, y la
verdad es que ¿no sé si querrás escucharla?- respondió Luz
-vamos, cuéntame, que tenemos toda la noche-
replicó Leonardo
Entonces Luz, inició contándole todo lo que le
había pasado, desde que salió del colegio;
-bueno, luego del cole me quedé unos días más en
Moyobamba y después viaje a Lima, tenía todas las intenciones de estudiar
arquitectura, pero lamentablemente no se pudo, pasa que la carrera era muy
complicada, muchos dibujos y tú sabes que no soy buena en eso; mi segunda
opción era Medicina, postulé a la San Marcos e ingresé en el primer intento,
eso me alegro mucho, bueno luego a media carrera, postulé a una beca en Estados
Unidos, éramos como 200 postulantes para una sola plaza, la gané, no sé cómo
pero la gané; entonces hice mis últimos ciclos en New York, allí conocí a un
gringo, muy lindo, buena gente, simpático resultó ser; nos enamoramos, luego
nos hicimos novios, después justo meses antes de graduarme me propuso
matrimonio, no te imaginas era la mujer más feliz del mundo, pensé que había
encontrado al amor de mi vida, pensé que era mi complemento, de hecho lo era,
pero (con lágrimas en los ojos) lamentablemente faltando dos días para
casarnos, salió con sus amigos a pasear y de regreso a casa, su auto chocó con
otro, y lamentablemente murió-
Un silencio prolongado los interrumpió; Luz
lloraba desconsoladamente mientras miraba la última foto que se tomó con su
novio, -era tan lindo, realmente en él encontré el amor ¿por qué Dios me lo
tuvo que quitar?- decía una y otra vez... Leonardo por su parte se quedó
atónito, sorprendido con esa historia, no sabía que decirle, ni sabía que hacer...
el silencio se prolongó por unos minutos más y luego Luz, volvió a hablar;
-fue muy duro ¿sabes?, yo estaba sola en mi
apartamento, era una noche fría, las ventanas abiertas, yo me sentía desganada,
no quería nada ese día, estaba bastante inquieta, no podía dormir bien, pensé
que era por los nervios de la boda... de pronto, sentí como que una pena enorme
invade mi ser, sentí como si alguien estaba parado justo en la puerta de mi
cuarto, al frente mío, y que se estaba despidiendo, me asusté; de pronto el
teléfono sonó, ese sentimiento de pena se profundizó, cuando contesté me
respondía uno de sus amigos que estaba con él, todo fue tan rápido; empezó a
hablar, a gritar, a llorar, yo no entendía nada: "¡se murió!, ¡se murió!,
se nos ha ido, ¡cuanto lo siento! era lo único que me decía", yo seguía
sin entenderle; por un momento me quedé fría, pensaba que era una broma que
sólo me querían asustar... pero, ese sentimiento de pena seguía más y más
fuerte... y sentía que esa sombre se alejaba más y más de mí... ya no sabía qué
hacer, entonces para estar más tranquila prendí la tele... estaba en el canal
de noticias, quería cambiarlo pero algo en mí, me decía que no; de pronto un
"informe de último minuto", era sobre un accidente automovilístico,
lo empecé a ver y no lo podía creer, era el carro de su amigo, la parte
delantera estaba destrozada, habían dos muertos, mucha gente al rededor... todo
era horrible; y en eso dan los nombre de los muertos, y uno de ellos era mi
novio...-
Leonardo seguía igual de frio, no sabía que
decir... Luz lloraba desconsoladamente, al punto tal, que la terramoza tuvo que
darle un vaso con agua para que se tranquilizara un poco...
- esa noche lloré desconsoladamente - dijo
Luz
- lloré como nunca antes lo había hecho, lloré y
llore hasta más no poder, ¿por qué? ¿Por qué Dios mío me lo tuviste que quitar?
¿por qué tienes que ser duro conmigo? (se repetía una y otra vez); entonces
tomé mis cosas, y salí rápidamente al lugar del accidente, al llegar los
bomberos ya estaban sacando su cuerpo del auto, corrí hacia él, lo abracé
fuertemente, "¡no te vayas!, ¡no te vayas mi amor!, ¡no!... ¡llévame
contigo!... sus padres vinieron, ellos también estaban llorando sin control...
luego los agentes nos separaron de él, lo llevaron a la morgue y....-
- Lo siento mucho - interrumpió Leonardo,
mientras secaba las lágrimas de Luz - realmente nunca pasé por esto, no sé qué
más decirte; es curioso pensar que hasta hace algunas horas pensaba que mi
historia era la más trágica, pero definitivamente la tuya sí que duele más-
dijo.
- ¿sabes? - le dijo Luz...
- esos fue la etapa más negra de mi vida,
nosotros ya lo teníamos todo para la boda, sólo faltaba que llegara el día...
todo cambio de un momento a otro; de pronto tuvimos que llamar a los invitados
para contarles, nadie nos creía, pensaban que era una pesadilla; fue doloroso
para mí, el día en que me iba a casar con Alejandro, de pronto se convirtió en
el día de su entierro...pero, al final si "me case con él" -
- ¿cómo? - preguntó Leonardo
- te va a parecer ridículo - respondió Luz, -
pero, sí al final si me case... cuando estábamos en la morgue esperando su
cuerpo, le dije a sus padres que ya aún quería casarme con su hijo, les pedí
que me concedieran ese deseo; al principio ellos lo tomaron como una burla,
pero como vieron que hablaba en serio.. accedieron... les pedí que al momento
de vestir a Alejandro, le colocasen el traje que había elegido para la boda, y
que el entierro sería a la hora que habíamos programado casarnos; y que para
ese día yo iría vestida de novia, que al momento en que el féretro ingresaría
al cementerio yo iría al costado de él; y que antes de enterrarlo le haría mis
votos matrimoniales... y así fue; la gente que nos acompañaba ese día, al
principio se quedaron medio sopencos (risas), algunos se fueron, porque lo
consideraron una broma de mal gusto, otros no sabían que hacer y otros, al
verme entrar, se pusieron de pie y empezaron a aplaudir... la ceremonia fúnebre
empezó y luego, como lo acordamos, antes de que lo bajen a fondo de su tumba,
me paré delante de su ataúd, y le hice mis votos -
- fue un lingo gesto de tu parte - replicó
Leonardo... - veo que lo amabas mucho como y para atreverte a hacer lo que
hiciste -
- Sí, realmente lo amaba - respondió Luz - luego
del entierro, estuve dos meses más en New York, me gradué y después viaje a
Argentina, donde viví estos os últimos años; estuve trabajado para un hospital
público allí; a Alejandro le gustaban los niños, de modo que me especialicé en
Pediatría; la comunicación con mis "suegros" se mantiene, y aunque
todos somos conscientes de que ese matrimonio "fue simbólico", aún
nos tratamos como si realmente hubiese pasado y como si realmente seríamos
familia...-
Cuando se dieron cuenta de la hora, vieron que ya
era cerca la una de la madrugada, ambos estaban cansados, Leonardo le ofreció
un abrazo fuerte a Luz, ella accedió, se abrazaron fuertemente, tanto así que
ninguno de los dos se quería soltar, entonces; decidieron inclinar sus asientos
lo más que podían, acomodarse un poco y dormir así, abrazaditos los dos...