Cuando se dieron cuenta de la hora, vieron que ya
era cerca la una de la madrugada, ambos estaban cansados, Leonardo le ofreció
un abrazo fuerte a Luz, ella accedió, se abrazaron fuertemente, tanto así que ninguno
de los dos se quería soltar, entonces; decidieron inclinar sus asientos lo más
que podían, acomodarse un poco y dormir así, abrazaditos los dos...
Luego de una horas, cerca al amanecer, Leonardo
despertó, se dio cuenta que Luz aún dormía en sus brazos; Leonardo, lejos de
despertarla, quiso observarla dormir, de manera que se centró en su rostro, y vio
que este le reflejaba una paz inmensa; mientras la miraba, Luz sonrió un poco, tal
vez porque soñaba algo lindo, era una sonrisa tierna, angelical, soñadora...
mientras Leonardo, observaba fijamente a Luz, empezó a recordar a su amada
Mayte; a recordar su mirada, sus labios, su sonrisa, su rostro; recordaba las
veces en que se tomaban de la mano, y cosas por el estilo, todo era lindo;
Leonardo empezó a pensar en ¿Cómo sería sus vidas si ahora estarían juntos? ¿Cómo
es Mayté cuando duerme? ¿Cómo sería el amanecer a su lado, abrazados los dos?;
pero, lamentablemente esa historia era muy lejana para Leonardo, recordó el
episodio de la reciente boda de Mayte, y las razones por las que estaba dejando
Trujillo, algunas lágrimas se derramaban de sus ojos y en sus pensamientos,
para Mayté, recitaba estos versos...
A Veces
A veces quisiera ser otro,
Ser ese alguien en quien piensas,
Ser ese alguien a quien besas,
Ser ese alguien a quien abrazas,
Ser ese alguien a quien esperas.
A veces, sí, a veces quisiera ser otro,
Ser ese alguien de quien
Disfrutas su compañía,
Ser ese alguien a quien
No te da miedo decirle que lo amas,
Ser ese alguien con quien
Puedes ver las estrellas
Aún si está nublado...
A veces, sí, a veces quisiera ser otro,
A veces siento que siendo otro
Tal vez puedas fijarte en mí,
A veces siento que siendo otro
Tal vez pierda mis miedos y
Decida ir a conquistarte...
A veces, sí, a veces quisiera ser otro