domingo, 27 de septiembre de 2015

a las estrellas

ahí estaba él; sentado en medio del bar donde quedaron encontrarse, un poco intranquilo porque su amada aún no llegaba, nervioso, mirando a ambos lados con el temor de que la pequeña sorpresa que le compró a su amada se delate antes de tiempo; desesperado, porque los minutos pasaban lento y de pronto sentía que el cielo amenazaba con una pequeña llovizna; emocionado, con el reencuentro...

de pronto, Leonardo, vio a su amada Mayté llegar, se paró un rato en la puerta del bar para, desde allí tratar de ubicarlo; por su parte a Leonardo los nervios se le duplicaron, la emoción lo embargó, se puso de pié, Mayté lo vio y se acercó a él, un saludo de amigos y se abrazaron fuertemente, luego sus manos se estrecharon y no se querían soltar; estando así Leonardo le dijo:

-gracias por venir, pensé que ya no llegarías; ahora cierra los ojos por favor-
-¿para qué?- preguntó Mayté
-tu sólo ciérralos por favor, no te va a pasar nada, es sólo que te tengo una sorpresa, eso es todo-
-está bien- respondió Mayté, quien rápidamente cerró sus ojos y extendió su mano para recibir aquel regalo

Leonardo sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta, una pequeña tableta de chocolate, justo del sabor que le gusta a Mayté..

-toma, espero que te guste, digamos no es gran cosa, pero, sé que te gusta y que encontrar uno de esos en esta ciudad es difícil; quiero que lo disfrutes de verdad-

cuando Mayté abrió sus ojos y vio el pequeño detalle que Leonardo le trajo, se llenó de alegría, sonrió y no dejó de agradecerle....

-gracias, no sabes, hace mucho que no consumo uno de estos; me has alegrado la noche de verdad- dijo Mayté; quien seguidamente le preguntó

-y Leo ¿qué vamos a hacer ahora? ¿a dónde quieres ir?
-No lo sé- respondió Leonardo -quizás nos quedemos aquí, o tal vez salir a caminar un rato por la ciudad, a ver una película al cine, a bailar, a cantar en algún Karaoke; no lo sé, hoy serás tú mi guía y me dejaré llevar a donde quieras...-

mientras Leonardo aún estaba hablando, Mayté se le acercó, le puso una mano en la boca para que se callase, se le acercó al oído y le dijo muy bajito

-¿y si mejor te llevo hasta las estrellas?- luego de ello, lo miró fijamente y le robó un beso apasionado...

no responde

después de tanto insistir, Mayté decidió dejarle un mensaje en su casilla de voz
-"sé que no responderás, porque seguramente ella te lo prohibío;
sé que no responderás, porque claro hoy es domingo familiar;
sé que no responderás, porque según tú sólo así me vas a olvidar;
pero también sé que al menos una sonrisa te pude robar"-