martes, 6 de octubre de 2015

¿De qué me sirve?

-¿y si mejor te llevo hasta las estrellas?- luego de ello, lo miró fijamente y le robó un beso apasionado...

Leonardo estaba extaciado, no lo podía creer; parecía que era un sueño, jamás en su vida pensó que aquella noche, luego de más de dos años de un silencia prolongado entre los dos, volvería a sentir los labios de su amada; más aún estando ella casada y él a punto de comprometerse. Pero lo hizo, Mayté lo beso sin el más mínimo remordimiento, lo beso sin fingirlo, lo beso porque así lo deseaba, lo beso porque ella también lo extrañaba, lo beso y se marcho; dejando a Leonardo embobado, sin poder reaccionar frente a esa escena...

Pasaron unos días, y Leonardo seguía pensando en aquella noche, seguía pensando en que si fue verdad aquello; pensaba en que si esa era una nueva señal para reintentar una vez más, iniciar una historia junto a su amada Mayté; pensaba en que ahora por fin Mayté estaba dispuesta a dejar a Marcos; pensaba en que lo mejor sería dejar a Luz, su actual prometida, y no seguir embarrándose en este fango de mentiras y de supuestos amores.

Leonardo se volvió a reenamorar, que quien hasta ahora fue, es y será su único amor; entonces, con ánimos de convencerse sobre lo sucedido, decidió buscar nuevamente a Mayté, buscarla en medio de esa gran ciudad, que apenas estaba conociendo, sin embargo no tuvo éxito; las cosas con Luz empezaron a ir de picada, ya casi no le interesaba, ni mucho menos le preocupaba los preparativos de su boda. Mayté por su parte, estaba en un situación similar, para ella Marcos, dejó de ser esa persona con quien, en su momento, intentó olvidar a Leonardo; y muy por el contrario decidió hacer algo más atrevido, empezó a escribir a Leonardo, le enviaba mensanjes de texto, chats al whastapp y al facebook; Leonardo, claro los recibía, pero no quería responder porque quería que aquellas cosas que Mayté le escribía, se las dijera mirándole frente a frente...

-no debí haber ido, no lo debí haber besado ¿qué me pasó? ¿cómo lo hice si estoy casada?, ahora, ¿qué estará pensando Leonardo?- eran algunas de las preguntas que rondaban a diario por la cabeza de Mayté.

Ya habían pasado 2 semanas desde que Mayté y Leonardo se reencontraron; dos semanas en la que Mayté no dejaba de intentar comunicarse con Leonardo, y en la que Leonardo no dejaba de buscar a Mayté.

Pero, todo tiene un límite, y, en esta ocasión, quien llegó a su limite fue Mayté; a quien le molestaba en sobremanera que Leonardo no responda a sus mensajes y tampoco quiera contestar sus llamadas; entonces, Mayté decidió escribirle este último mensaje a Leonardo, talvéz así responda.

De que me Sirve

De qué me sirve escribir
si no lees lo que escribo
de qué me sirve cantarte
si ni siquiera me oyes.

De qué me sirve pintar
si ni siquiera te atreves a mirar
de qué me sirve declararte mi amor
si tú con otra estas

No me sirve en lo absoluto
amarte con pasión
si tú piensas que lo mejor
es estar separados

No me sirve de nada
dedicarle tanto tiempo
a esta historia, si al final de cuentas
el protagonista no está

No me sirve de nada,
no me sirve en lo absoluto...

domingo, 27 de septiembre de 2015

a las estrellas

ahí estaba él; sentado en medio del bar donde quedaron encontrarse, un poco intranquilo porque su amada aún no llegaba, nervioso, mirando a ambos lados con el temor de que la pequeña sorpresa que le compró a su amada se delate antes de tiempo; desesperado, porque los minutos pasaban lento y de pronto sentía que el cielo amenazaba con una pequeña llovizna; emocionado, con el reencuentro...

de pronto, Leonardo, vio a su amada Mayté llegar, se paró un rato en la puerta del bar para, desde allí tratar de ubicarlo; por su parte a Leonardo los nervios se le duplicaron, la emoción lo embargó, se puso de pié, Mayté lo vio y se acercó a él, un saludo de amigos y se abrazaron fuertemente, luego sus manos se estrecharon y no se querían soltar; estando así Leonardo le dijo:

-gracias por venir, pensé que ya no llegarías; ahora cierra los ojos por favor-
-¿para qué?- preguntó Mayté
-tu sólo ciérralos por favor, no te va a pasar nada, es sólo que te tengo una sorpresa, eso es todo-
-está bien- respondió Mayté, quien rápidamente cerró sus ojos y extendió su mano para recibir aquel regalo

Leonardo sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta, una pequeña tableta de chocolate, justo del sabor que le gusta a Mayté..

-toma, espero que te guste, digamos no es gran cosa, pero, sé que te gusta y que encontrar uno de esos en esta ciudad es difícil; quiero que lo disfrutes de verdad-

cuando Mayté abrió sus ojos y vio el pequeño detalle que Leonardo le trajo, se llenó de alegría, sonrió y no dejó de agradecerle....

-gracias, no sabes, hace mucho que no consumo uno de estos; me has alegrado la noche de verdad- dijo Mayté; quien seguidamente le preguntó

-y Leo ¿qué vamos a hacer ahora? ¿a dónde quieres ir?
-No lo sé- respondió Leonardo -quizás nos quedemos aquí, o tal vez salir a caminar un rato por la ciudad, a ver una película al cine, a bailar, a cantar en algún Karaoke; no lo sé, hoy serás tú mi guía y me dejaré llevar a donde quieras...-

mientras Leonardo aún estaba hablando, Mayté se le acercó, le puso una mano en la boca para que se callase, se le acercó al oído y le dijo muy bajito

-¿y si mejor te llevo hasta las estrellas?- luego de ello, lo miró fijamente y le robó un beso apasionado...

no responde

después de tanto insistir, Mayté decidió dejarle un mensaje en su casilla de voz
-"sé que no responderás, porque seguramente ella te lo prohibío;
sé que no responderás, porque claro hoy es domingo familiar;
sé que no responderás, porque según tú sólo así me vas a olvidar;
pero también sé que al menos una sonrisa te pude robar"-

domingo, 7 de junio de 2015

A Veces


Cuando se dieron cuenta de la hora, vieron que ya era cerca la una de la madrugada, ambos estaban cansados, Leonardo le ofreció un abrazo fuerte a Luz, ella accedió, se abrazaron fuertemente, tanto así que ninguno de los dos se quería soltar, entonces; decidieron inclinar sus asientos lo más que podían, acomodarse un poco y dormir así, abrazaditos los dos...

Luego de una horas, cerca al amanecer, Leonardo despertó, se dio cuenta que Luz aún dormía en sus brazos; Leonardo, lejos de despertarla, quiso observarla dormir, de manera que se centró en su rostro, y vio que este le reflejaba una paz inmensa; mientras la miraba, Luz sonrió un poco, tal vez porque soñaba algo lindo, era una sonrisa tierna, angelical, soñadora... mientras Leonardo, observaba fijamente a Luz, empezó a recordar a su amada Mayte; a recordar su mirada, sus labios, su sonrisa, su rostro; recordaba las veces en que se tomaban de la mano, y cosas por el estilo, todo era lindo; Leonardo empezó a pensar en ¿Cómo sería sus vidas si ahora estarían juntos? ¿Cómo es Mayté cuando duerme? ¿Cómo sería el amanecer a su lado, abrazados los dos?; pero, lamentablemente esa historia era muy lejana para Leonardo, recordó el episodio de la reciente boda de Mayte, y las razones por las que estaba dejando Trujillo, algunas lágrimas se derramaban de sus ojos y en sus pensamientos, para Mayté, recitaba estos versos...

A Veces

A veces quisiera ser otro,

Ser ese alguien en quien piensas,
Ser ese alguien a quien besas, 
Ser ese alguien a quien abrazas,
Ser ese alguien a quien esperas.

A veces, sí, a veces quisiera ser otro,

Ser ese alguien de quien
Disfrutas su compañía,
Ser ese alguien a quien
No te da miedo decirle que lo amas, 
Ser ese alguien con quien
Puedes ver las estrellas
Aún si está nublado...

A veces, sí, a veces quisiera ser otro,

A veces siento que siendo otro
Tal vez puedas fijarte en mí,
A veces siento que siendo otro
Tal vez pierda mis miedos y 
Decida ir a conquistarte...

A veces, sí, a veces quisiera ser otro

sábado, 30 de mayo de 2015

Una Triste Historia

-¿Luz, eres tú?-
-Claro pues tontín, quien más sino- respondió ella.
-¿cuánto tiempo? no lo puedo creer- replicó Leonardo
-si pues, a veces las cosas pasan sólo porque sí y bueno a seguir no más- contestó Luz

El bus reinició su recorrido, y ellos no dejaban de hablar, hablaron de todo; del pasado, del presente y de los planes que cada uno tenía...

-dime, ¿dónde estuviste todo este tiempo?- preguntó Leonardo
-Bueno, creo que es una larga historia, y la verdad es que ¿no sé si querrás escucharla?- respondió Luz
-vamos, cuéntame, que tenemos toda la noche- replicó Leonardo

Entonces Luz, inició contándole todo lo que le había pasado, desde que salió del colegio;

-bueno, luego del cole me quedé unos días más en Moyobamba y después viaje a Lima, tenía todas las intenciones de estudiar arquitectura, pero lamentablemente no se pudo, pasa que la carrera era muy complicada, muchos dibujos y tú sabes que no soy buena en eso; mi segunda opción era Medicina, postulé a la San Marcos e ingresé en el primer intento, eso me alegro mucho, bueno luego a media carrera, postulé a una beca en Estados Unidos, éramos como 200 postulantes para una sola plaza, la gané, no sé cómo pero la gané; entonces hice mis últimos ciclos en New York, allí conocí a un gringo, muy lindo, buena gente, simpático resultó ser; nos enamoramos, luego nos hicimos novios, después justo meses antes de graduarme me propuso matrimonio, no te imaginas era la mujer más feliz del mundo, pensé que había encontrado al amor de mi vida, pensé que era mi complemento, de hecho lo era, pero (con lágrimas en los ojos) lamentablemente faltando dos días para casarnos, salió con sus amigos a pasear y de regreso a casa, su auto chocó con otro, y lamentablemente murió-

Un silencio prolongado los interrumpió; Luz lloraba desconsoladamente mientras miraba la última foto que se tomó con su novio, -era tan lindo, realmente en él encontré el amor ¿por qué Dios me lo tuvo que quitar?- decía una y otra vez... Leonardo por su parte se quedó atónito, sorprendido con esa historia, no sabía que decirle, ni sabía que hacer... el silencio se prolongó por unos minutos más y luego Luz, volvió a hablar;

-fue muy duro ¿sabes?, yo estaba sola en mi apartamento, era una noche fría, las ventanas abiertas, yo me sentía desganada, no quería nada ese día, estaba bastante inquieta, no podía dormir bien, pensé que era por los nervios de la boda... de pronto, sentí como que una pena enorme invade mi ser, sentí como si alguien estaba parado justo en la puerta de mi cuarto, al frente mío, y que se estaba despidiendo, me asusté; de pronto el teléfono sonó, ese sentimiento de pena se profundizó, cuando contesté me respondía uno de sus amigos que estaba con él, todo fue tan rápido; empezó a hablar, a gritar, a llorar, yo no entendía nada: "¡se murió!, ¡se murió!, se nos ha ido, ¡cuanto lo siento! era lo único que me decía", yo seguía sin entenderle; por un momento me quedé fría, pensaba que era una broma que sólo me querían asustar... pero, ese sentimiento de pena seguía más y más fuerte... y sentía que esa sombre se alejaba más y más de mí... ya no sabía qué hacer, entonces para estar más tranquila prendí la tele... estaba en el canal de noticias, quería cambiarlo pero algo en mí, me decía que no; de pronto un "informe de último minuto", era sobre un accidente automovilístico, lo empecé a ver y no lo podía creer, era el carro de su amigo, la parte delantera estaba destrozada, habían dos muertos, mucha gente al rededor... todo era horrible; y en eso dan los nombre de los muertos, y uno de ellos era mi novio...-

Leonardo seguía igual de frio, no sabía que decir... Luz lloraba desconsoladamente, al punto tal, que la terramoza tuvo que darle un vaso con agua para que se tranquilizara un poco...

- esa noche lloré desconsoladamente - dijo Luz 

- lloré como nunca antes lo había hecho, lloré y llore hasta más no poder, ¿por qué? ¿Por qué Dios mío me lo tuviste que quitar? ¿por qué tienes que ser duro conmigo? (se repetía una y otra vez); entonces tomé mis cosas, y salí rápidamente al lugar del accidente, al llegar los bomberos ya estaban sacando su cuerpo del auto, corrí hacia él, lo abracé fuertemente, "¡no te vayas!, ¡no te vayas mi amor!, ¡no!... ¡llévame contigo!... sus padres vinieron, ellos también estaban llorando sin control... luego los agentes nos separaron de él, lo llevaron a la morgue y....-

- Lo siento mucho - interrumpió Leonardo, mientras secaba las lágrimas de Luz - realmente nunca pasé por esto, no sé qué más decirte; es curioso pensar que hasta hace algunas horas pensaba que mi historia era la más trágica, pero definitivamente la tuya sí que duele más- dijo.

- ¿sabes? - le dijo Luz...

- esos fue la etapa más negra de mi vida, nosotros ya lo teníamos todo para la boda, sólo faltaba que llegara el día... todo cambio de un momento a otro; de pronto tuvimos que llamar a los invitados para contarles, nadie nos creía, pensaban que era una pesadilla; fue doloroso para mí, el día en que me iba a casar con Alejandro, de pronto se convirtió en el día de su entierro...pero, al final si "me case con él" -

- ¿cómo? - preguntó Leonardo

- te va a parecer ridículo - respondió Luz, - pero, sí al final si me case... cuando estábamos en la morgue esperando su cuerpo, le dije a sus padres que ya aún quería casarme con su hijo, les pedí que me concedieran ese deseo; al principio ellos lo tomaron como una burla, pero como vieron que hablaba en serio.. accedieron... les pedí que al momento de vestir a Alejandro, le colocasen el traje que había elegido para la boda, y que el entierro sería a la hora que habíamos programado casarnos; y que para ese día yo iría vestida de novia, que al momento en que el féretro ingresaría al cementerio yo iría al costado de él; y que antes de enterrarlo le haría mis votos matrimoniales... y así fue; la gente que nos acompañaba ese día, al principio se quedaron medio sopencos (risas), algunos se fueron, porque lo consideraron una broma de mal gusto, otros no sabían que hacer y otros, al verme entrar, se pusieron de pie y empezaron a aplaudir... la ceremonia fúnebre empezó y luego, como lo acordamos, antes de que lo bajen a fondo de su tumba, me paré delante de su ataúd, y le hice mis votos -

- fue un lingo gesto de tu parte - replicó Leonardo... - veo que lo amabas mucho como y para atreverte a hacer lo que hiciste -

- Sí, realmente lo amaba - respondió Luz - luego del entierro, estuve dos meses más en New York, me gradué y después viaje a Argentina, donde viví estos os últimos años; estuve trabajado para un hospital público allí; a Alejandro le gustaban los niños, de modo que me especialicé en Pediatría; la comunicación con mis "suegros" se mantiene, y aunque todos somos conscientes de que ese matrimonio "fue simbólico", aún nos tratamos como si realmente hubiese pasado y como si realmente seríamos familia...-

Cuando se dieron cuenta de la hora, vieron que ya era cerca la una de la madrugada, ambos estaban cansados, Leonardo le ofreció un abrazo fuerte a Luz, ella accedió, se abrazaron fuertemente, tanto así que ninguno de los dos se quería soltar, entonces; decidieron inclinar sus asientos lo más que podían, acomodarse un poco y dormir así, abrazaditos los dos...



 

miércoles, 4 de marzo de 2015

De Vuelta Casa...

Mayté volvió a buscar a su Leo, pero éste otra vez desapareció, así ella fue saliendo de la iglesia, buscándolo pero no lo encontraba, al salir de la iglesia, vio a su Leo, subir en un taxi y partir...

No lo podía creer, ella se acababa de casar y su Leo, su amor verdadero, decidió marcharse ¿no que lucharía por nosotros? ¿No que lucharía por reconquistarme? ¿No que lucharía por hacerme feliz? se preguntaba Mayté una y otra vez, la verdad no entiendo lo que está pasando, él dice que me ama pero decide marcharse... lo miré fijamente a los ojos, diciéndole con mi mirada: vamos rescátame, vamos párate e invítame a salir, vamos que si me lo pides me voy detrás tuyo... pero no hizo nada, no hizo absolutamente nada; solo dejo que arruinara mi vida, condenándome a vivir al lado de Marcos, y ahora él se va...

Por su parte Leonardo, en el taxi, no dejaba de llorar, no podía comprender como es que Mayté pudo haberse casado, si a quien amaba era a él; ¿acaso Mayte no entendió el mensaje? se preguntaba, ¿no fue suficiente con citarla a un lugar público y allí en medio de tanta gente robarle un beso? ¿Acaso no comprendió que esa era mi estrategia? Decirle que lucharía por su amor, besarla y luego escapar, para que así ella escapara conmigo; y luego cuando me vio en la iglesia, ¿acaso no entendió lo que le decía entre labios? -TE AMO, VEN SALGAMOS Y SEAMOS FELICES...- se lo decía una y otra vez, pero no, ella sólo lloro y de nuevo, como hace años, me volvió a dar la espalda, a negarme su amor e ir con otro.

A veces esto del amor es complicado, mientras Mayté esperaba que su Leo la llevase lejos de la iglesia, Leonardo esperaba que Mayté dejara esa farsa y se quedara con él en el parque donde la había citado; una vez más el orgullo de ambos fue el ganador y cada quien decidió hacer su propio camino.

Leonardo se fue hacia el terminal, tomo un bus de salida a su tierra querida Moyobamba, y en el terminal mientras esperaba que éste llegara decidió escribir una nueva carta de amor para Mayté:

- Hola Mayté,
¿Qué tal? ¿Cómo va tu vida de casada? ¿Lo disfrutas? ¿Es como lo pensabas? ¿Eso era lo que querías?... recuerdo que por años, cuando salíamos juntos y pasábamos por aquel puentecito, te tomaba de la mano y decía "aquí es donde nos vamos a casar, porque aquí inició nuestra historia", y tú sólo reías, a veces te sonrojabas y otras veces con un beso apasionado no me dejabas terminar, la frase que ya conocías de memoria, pero nunca, jamás de los jamases me dijiste: Sí así será; y la verdad es que no comprendo porque no te atrevías a dar ese paso, no comprendo porque si supuestamente nos amábamos lo nuestro sólo era una cosa de chiquillos, de vernos los fines de semana, de salir a pasear por el barrio y de hablarnos por teléfono entre semana, desearnos las buenas noches, y al día siguiente al despertar llamarte para, antes del cantar de los pajaritos, escuche primero tus besos; este largo o corto caminar, no lo sé, me ha enseñado que no siempre es bueno confiar en quien amas, me ha enseñado que a veces los planes que armas de nada sirven si la otra persona no piensa igual, me ha enseñado a ser duro, muy duro conmigo y con mis sentimientos; y aunque te moleste, todo esto te lo debo a ti, Sí fuiste tú mi maestra, sin embargo aún te amo, aún muero por ti, aún estoy dispuesto a olvidarlo todo y volver a empezar, te busqué, viaje por todos lados, siempre detrás tuyo y siempre estuve cerca muy cerca de ti, pero cuando iba a tu encuentro tú ya habías partido a otro lado y es así, como un día sin necesidad de proponérmelo, porque ya había perdido toda esperanza, te volví a encontrar, aquel día en la boutique me sentí el hombre más feliz del mundo, sentí que la vida volvió a mí, y todo estaba bien, hasta que me enteré que te casabas; realmente no lo quise creer, pensé que me estabas jugando una broma, pero era verdad; entonces esa felicidad volvió nuevamente a convertirse en frialdad, y a esconder otra vez mis sentimientos, quise recuperarte, quise que escaparas conmigo, porque eso me lo pedían tus ojos, pero mi timidez no me dejaba, me atormentaba el sólo hecho de pensar que si me atrevía hacerlo la lluvia de críticas no resistirías y me dejarías; pero lo intenté, quise vencer el miedo y te llame, y tu respondiste, por un momento pensé que te irías conmigo; ese día de tu boda, cuando te bese, era eso lo que quería, que no sólo me besaras, sino que tomaras mi mano y que me siguieras, pero No; como siempre tus caprichos te hicieron declinar; luego me fui a la iglesia, para ver si allí te atrevías a seguirme, pero No, muy orgullosa me miraste a los ojos y te casaste con otro; no sabes cómo está mi corazón ahora, destrozado, totalmente devastado, sin ganas de vivir, sin ganas de nada de absolutamente nada, de tirarme al vacío para ver si allí encuentro ese amor que me andas negando; cuando subí al taxi lo único que quería era huir, así que me fui a mi trabajo y renuncie ¿de qué me sirve quedarme en la misma ciudad en donde está mi amada si ella no está conmigo?, luego vine al terminal y ahora parto a Moyobamba, mi tierra, te amo, pero esto es más fuerte que yo y la verdad es que no lo resisto... hasta pronto y bueno aún estoy dispuesto a olvidarlo todo y volver foja cero, sólo es cuestión de tú me lo pidas.... Ich Lieve Dich... Leo-

Luego de escribir la carta, la doblo y guardó entre las páginas de un libro, que se convertiría en su nuevo compañero de aventuras; el bus llegó, la terramoza llamó a los pasajeros para que abordaran, entonces Leonardo se paró de su asiento, y con lágrimas en los ojos subió al bus, se dirigió a su asiento y en el instante se quedó dormido.

Cuando el bus llegó a Chiclayo para recoger al resto de pasajeros, Leonardo despertó y mientras se daba un estirón, a lo lejos reconoció a una vieja amiga de la secundaria, la misma que se le acercó y coincidentemente se sentó a su lado

-¿Luz, eres tú?-
-Claro pues tontín, quien más sino- respondió ella.
-¿cuánto tiempo? no lo puedo creer- replicó Leonardo
-si pues, a veces las cosas pasan sólo porque sí y bueno a seguir no más- contestó Luz

El bus reinició su recorrido, y ellos no dejaban de hablar...